sábado, 9 de enero de 2016

Venezuela Está Cansada del Bolivarianismo Vacío y Sin Proyección Social


Dijo el doctor Alejandro Natera Contreras en su discurso de orden pronunciado con motivo  de la inauguración de la Casa restaurada donde vivió Bolívar entre 1818 y 1819.

Ciudad Bolívar, 25.07.88 (Diario
El Nacional, Especial, Corresponsal Américo Fernández)
El doctor Alejandro Natera Con­treras, miembro de la Asociación de Escritores de Venezuela y ex Director del Ministerio de Relacio­nes Interiores durante el período constitucional pasado, pronunció el discurso de orden en el ceremonial realizado con motivo de la inaugu­ración de las obras de restaura­ción de la casa histórica de la ha­cienda San Isidro que habitó Bolí­var en los años de 1818 y 1819.
El doctor Natera Contreras, para imprimirle fuerza a su concepción de que el recuerdo de los grandes hombres y de la historia no debe tener un contenido vacío sino "un signo positivo, un aire turbulento de vida"; citó en forma admoniti­va, la afirmación que hizo Andrés Eloy Blanco en uno de sus poe­mas, de que "ya tenemos cien años alabando a los muertos sin recor­dar que América necesita vivir". Afirmó que Venezuela está cansa­da del bolivarianismo vacío y sin proyecciones sociales.
El orador de orden pronunció su discurso en el traspatio de la his­tórica casona circundada de gente de los más variados sectores y em­pezó evocando el nombre de Gua­yana, su poderosa raigambre Cari­be, su inmensa extensión territorial y privilegiada geografía en cuyo corazón arden minerales y frutos que aguardan la mano de la cien­cia para que la hagan impulso ciu­dadano, "fuente de luz y de ri­queza para gloria de Venezuela".
Habló sobre la Guayana de la leyenda y la Guayana de Bolívar y la Guayana de hoy separada por "un largo trecho preñado de aban­dono, de incuria, de necesidades insatisfechas" pero que en la ac­tualidad hay una visión realista de lo que somos y de lo que podemos llegar a ser, "ahora los ríos se uti­lizan en el portento de la produc­ción de energía eléctrica, perales se extraen y se procesan y gentes de todas partes afluyen a esta tierra para compartir con los guayaneses la lucha por el pre­sente y el futuro, por el crecimien­to y el desarrollo de esta zona acostumbrada a darse toda por la grandeza de la patria.
Hablando sobre el significado del arto de ayer tarde, el orador dijo que "estamos reunidos para recordar que bajo este techo, en esta casa que en la Guayana de 1818 se hallaba fuera de la ciudad, habitó El Libertador y en ella ma­duró una de sus más fructíferas y brillantes iniciativas: la creación de la gaceta que se llamó “Correo del Orinoco".
"Sea propicio el recuerdo, hoy, 24 de julio, día en que se conme­mora el natalicio de tan ilustre venezolano" —exclamó el orador.
Pero luego dijo: "el recuerdo ha de tener un signo positivo, un aire turbulento de vida y no el carácter de simple cumplimiento de un deber de alabanzas a nues­tros héroes. No un recordar andró­gino, emasculado de la acción y de la enseñanza, sino un violento comprender, analizar y deducir de la vida de nuestros grandes hom­bres, la lección de energía, de va­lor y de compromiso que les per­mitió llevar hasta el fin la titáni­ca tarea que se propusieron".
"De la oratoria vacua y empe­nachada de romanticismo que can­só Venezuela hace mucho tiempo. Del bolivarianismo vacío y sin pro­yecciones sociales también. Por eso uno de nuestros grandes poetas y tribunos, Andrés Eloy Blanco, lle­gó a afirmar en alguno de sus poemas que "ya tenemos cien años alabando a los muertos sin recor­dar que América necesita vivir".
"Ello nos obliga, cuando pensa­mos en El Libertador y hablamos en esta casa donde su presencia física dejó quemante huella a apartar la rutina de las frases hechas, y, en un pequeño aristotélico, preguntar qué fue Bolívar, lo cual equivale a preguntarnos qué fue la independencia de América".
"Bolívar fue, como dijo Miguel de Unamuno: "nada más ni nada menos que todo un hombre". Un nombre integral, voluntarioso, con todas las virtudes y defectos de los hombres de su época. Pero con una audacia y una capacidad de atre­vimiento juvenil que le permitió sobrellevar todos los inconvenien­tes, todos los dolores y todas las decepciones".
"Trazada una meta, elegido un camino, toda su fuerza creadora se lanzó por ese rumbo sin dudar, sin dejarse llevar por el impulso calculador del hombre acostumbra­do a temer las consecuencias de sus actos".
"Entre la Guayana de Bolívar y la Guayana de hoy va un largo trecho preñado de abandono, de incuria, de necesidades insatis­fechas".
"Pero ahora los ríos se utilizan en el portento de la producción de energía eléctrica, los minerales se extraen y se procesan y gentes de todas partes afluyen a esta tierra para compartir, con los guayaneses la lucha por el presente y el futu­ro, por el crecimiento y el desarro­llo de esta zona acostumbrada a darse toda por la grandeza de la patria".
"En esta lucha por el progreso tienen un papel destacado los hom­bres y mujeres de Guayana, espe­cialmente sus jóvenes".
"Pero no lucha sin cuartel entre facciones cuyo principal combus­tible sea el odio o la intransi­gencia, sino gallardo batallar por el cambio de nuestras formas, ge­nuinas y agónico desvelarse por la consecución de fines nobles y ele­vados"..
"No acomodarse a situaciones superadas. no apegarse a formas sociales caducas, sino intervenir para lograr el ambiente propicio para la transformación y el cambio que Venezuela requiere para poder denominarse país moderno, nación compenetrada con los adelantos de lá ciencia y el milagro técnico del atomismo":
"Rehacer, como dice Picón Salas "aquel gran ensayo político que co­noció nuestra generación de 1810 y que casi olvidamos desde el tiem­po de Bolívar".
"Para tan altos logros el ca­mino cabal es sumergirse en la vi­da como en un inmenso mar de esperanza, el estudio, fortalecedor del alma y formador de la concien­cia: y el sensato meditar mati­zado de acción creadora. Y, piedra de toque en la empresa titánica de recrear la patria, tener como ar­quetipos de conducta de la vida y la obra de los grandes hombres venezolanos que nos antecedieron".
La pieza oratoria del doctor Na­tera Contreras fue muy aplaudida y la pronunció inmediatamente después del corte de cinta hecha por el Gobernador Encargado doc­tor Pedro Bertrán, y una visita in­terior hecha a la casona restaura­da por las numerosas personalida­des invitadas y gran público asis­tente. Entre las personalidades se encontraban el Presidente de la Legislatura Roger González, el Pre­sidente Municipal Angel Malpica, el Comandante de la VI División General Ramón Audelino Moreno; el Arzobispo de la ciudad excelen­tísimo doctor Crisanto Mata Cova, quien bendijo la casa; el doctor Carlos Felice Cardot, en represen­tación de la Academia de la His­toria; el doctor Rafael Rojas, en representación de la Sociedad Bo­livariana; el doctor José Calanzan Sifontes, Lucas Raf. Alvarez y otros.