Dijo el doctor Alejandro
Natera Contreras en su discurso de orden pronunciado con motivo de la inauguración de la Casa restaurada
donde vivió Bolívar entre 1818 y 1819.
Ciudad Bolívar, 25.07.88
(Diario
El Nacional, Especial, Corresponsal
Américo Fernández)
El doctor Alejandro Natera Contreras, miembro de la Asociación de
Escritores de Venezuela y ex Director del Ministerio de Relaciones Interiores
durante el período constitucional pasado, pronunció el discurso de orden en el
ceremonial realizado con motivo de la inauguración de las obras de restauración
de la casa histórica de la hacienda San Isidro que habitó Bolívar en los años
de 1818 y 1819.
El doctor Natera Contreras, para imprimirle fuerza a su concepción de
que el recuerdo de los grandes hombres y de la historia no debe tener un
contenido vacío sino "un signo positivo, un aire turbulento de vida";
citó en forma admonitiva, la afirmación que hizo Andrés Eloy Blanco en uno de
sus poemas, de que "ya tenemos cien años alabando a los muertos sin recordar
que América necesita vivir". Afirmó que Venezuela está cansada del
bolivarianismo vacío y sin proyecciones sociales.
El orador de orden pronunció su discurso en el traspatio de la histórica
casona circundada de gente de los más variados sectores y empezó evocando el
nombre de Guayana, su poderosa raigambre Caribe, su inmensa extensión
territorial y privilegiada geografía en cuyo corazón arden minerales y frutos que
aguardan la mano de la ciencia para que la hagan impulso ciudadano,
"fuente de luz y de riqueza para gloria de Venezuela".
Habló sobre la Guayana de la leyenda y la Guayana de Bolívar y la
Guayana de hoy separada por "un largo trecho preñado de abandono, de
incuria, de necesidades insatisfechas" pero que en la actualidad hay una
visión realista de lo que somos y de lo que podemos llegar a ser, "ahora
los ríos se utilizan en el portento de la producción de energía eléctrica, perales
se extraen y se procesan y gentes de todas partes afluyen a esta tierra para
compartir con los guayaneses la lucha por el presente y el futuro, por el
crecimiento y el desarrollo de esta zona acostumbrada a darse toda por la
grandeza de la patria.
Hablando sobre el significado del arto de ayer tarde, el orador dijo
que "estamos reunidos para recordar que bajo este techo, en esta casa que
en la Guayana de 1818 se hallaba fuera de la ciudad, habitó El Libertador y en
ella maduró una de sus más fructíferas y brillantes iniciativas: la creación de
la gaceta que se llamó “Correo del Orinoco".
"Sea propicio el recuerdo, hoy, 24 de julio, día en que se conmemora
el natalicio de tan ilustre venezolano" —exclamó el orador.
Pero luego dijo: "el recuerdo ha de tener un signo positivo, un aire
turbulento de vida y no el carácter de simple cumplimiento de un deber de
alabanzas a nuestros héroes. No un recordar andrógino, emasculado de la
acción y de la enseñanza, sino un violento comprender, analizar y deducir de la
vida de nuestros grandes hombres, la lección de energía, de valor y de
compromiso que les permitió llevar hasta el fin la titánica tarea que se
propusieron".
"De la oratoria vacua y empenachada de romanticismo que cansó
Venezuela hace mucho tiempo. Del bolivarianismo vacío y sin proyecciones
sociales también. Por eso uno de nuestros grandes poetas y tribunos, Andrés
Eloy Blanco, llegó a afirmar en alguno de sus poemas que "ya tenemos cien
años alabando a los muertos sin recordar que América necesita vivir".
"Ello nos obliga, cuando pensamos en El Libertador y hablamos en
esta casa donde su presencia física dejó quemante huella a apartar la rutina de
las frases hechas, y, en un pequeño aristotélico, preguntar qué fue Bolívar, lo
cual equivale a preguntarnos qué fue la independencia de América".
"Bolívar fue, como dijo Miguel de Unamuno: "nada más ni nada
menos que todo un hombre". Un nombre integral, voluntarioso, con todas las
virtudes y defectos de los hombres de su época. Pero con una audacia y una
capacidad de atrevimiento juvenil que le permitió sobrellevar todos los
inconvenientes, todos los dolores y todas las decepciones".
"Trazada una meta, elegido un camino, toda su fuerza creadora se
lanzó por ese rumbo sin dudar, sin dejarse llevar por el
impulso calculador del hombre acostumbrado a temer las consecuencias de sus
actos".
"Entre la Guayana de Bolívar y la Guayana de hoy va un largo trecho
preñado de abandono, de incuria, de necesidades insatisfechas".
"Pero ahora los ríos se utilizan en el portento de la producción de
energía eléctrica, los minerales se extraen y se procesan y gentes de todas
partes afluyen a esta tierra para compartir, con los guayaneses la lucha por el
presente y el futuro, por el crecimiento y el desarrollo de esta zona
acostumbrada a darse toda por la grandeza de la patria".
"En esta lucha por el progreso tienen un papel destacado los hombres
y mujeres de Guayana, especialmente sus jóvenes".
"Pero no lucha sin cuartel entre facciones cuyo principal combustible
sea el odio o la intransigencia, sino gallardo batallar por el cambio de
nuestras formas, genuinas y agónico desvelarse por la consecución de fines
nobles y elevados"..
"No acomodarse a situaciones superadas. no apegarse a formas
sociales caducas, sino intervenir para lograr el ambiente propicio para la
transformación y el cambio que Venezuela requiere para poder denominarse país
moderno, nación compenetrada con los adelantos de lá ciencia y el milagro
técnico del atomismo":
"Rehacer, como dice Picón Salas "aquel gran ensayo político
que conoció nuestra generación de 1810 y que
casi olvidamos desde el tiempo de Bolívar".
"Para tan altos logros el camino cabal es sumergirse en la vida
como en un inmenso mar de esperanza, el estudio, fortalecedor del alma y
formador de la conciencia: y el sensato meditar matizado de acción creadora.
Y, piedra de toque en la empresa titánica de recrear la patria, tener como arquetipos
de conducta de la vida y la obra de los grandes hombres venezolanos que nos
antecedieron".
La pieza oratoria del doctor Natera Contreras fue muy aplaudida y la
pronunció inmediatamente después del corte de cinta hecha por el Gobernador Encargado doctor Pedro Bertrán, y una visita interior hecha
a la casona restaurada por las numerosas personalidades invitadas y gran
público asistente. Entre las personalidades se encontraban el Presidente de la
Legislatura Roger González, el Presidente Municipal Angel Malpica, el
Comandante de la VI División General Ramón Audelino Moreno; el Arzobispo de la
ciudad excelentísimo doctor Crisanto Mata Cova, quien bendijo la
casa; el doctor Carlos Felice Cardot, en representación de la Academia de la
Historia; el doctor Rafael Rojas, en representación de la Sociedad Bolivariana;
el doctor José Calanzan Sifontes, Lucas Raf. Alvarez y otros.