700 personas del Merey buscan
*Unas 2.700 personas afectadas
por la creciente entre Caruachi y las proximidades de Guri
* El Médico-Jefe de la Unidad
Sanitaria dice que los mineros están acostumbrados a la contingencia
y apreció que no existe peligrosidad
* Grupo de curiaras y balsas
mineras se reúnen frente a la zona de El Merey, aguardando que baje para
reanudar sus labores de buceo. (Foto Bayola).
Ciudad Bolívar, 18 de agosto de 1966 (Especial).
La crecida impetuosa del Caroní que ha desbordado sus aguas e inundado el área de doscientas casas hasta
una altura de 15 centímetros.
Fernando Huncal, Médico Jefe de la Unidad Sanitaria, dijo
hoy que había visitado la zona y
apreció que no existe peligrosidad
alguna porque los habitantes de
allí son gente acostumbrada a luchar contra el río.
Las 700 personas acampadas en las partes altas de la `zona al vacunadas contra el tifus. "Es una medida preventiva, dijo Huncal, por temor a un brote de la enfermedad a causa de la aglomeración y las
moscas".
Para el Jefe de la Unidad Sanitaria, el desbordamiento del
Caroní en esa zona es cosa casi normal y considera que la crecida de 1962 fue superior. Al preguntar sobre el número
de damnificados dijo que "no hay damnificados" sino gentes consustanciadas
con el medio que se han desplazado de un
lugar a otro en espera de que las
aguas del río regresen a su cauce normal.
Tampoco, dijo, hay daños materiales porque las casas inundadas no son propiamente
viviendas sino ranchos de zinc y madera, improvisados en
virtud de esta contingencia periódica.
Dijo que las familias mineras estaban prevenidas contra la crecida. y que ninguno de ellos ha reclamado ayuda material y que la asistencia
médica ha sido una iniciativa de la Unidad
Sanitaria y del Gobierno Regional para prevenir la tifoidea a causa de las moscas y
la aglomeración.
Huncal dijo que los caseríos
afectados son La Flor, La Laja, La Laguna, El Merey y que Río Claro, otra población minera cercana, no ha sido alcanzado por las aguas
desbordadas.
Dos camiones, uno de la Orinoco
Minning Co, y otro del Gobierno
Regional, permanecen en la zona minera
a la expectativa para socorrer a los
mineros que quieran desplazarse. Los
mineros ven su situación con indiferencia y muchos desplazados hacia las partes
altas han vuelto con su guayare y
surucas a cernir la tierra en busca de diamantes. Otros, aprovechan la situación Jara la
pesca de morocotos, los cuales afloran en
cardumen, Ayer r pescaron uno que
pesaba diecisiete kilogramos.
Mineros provenientes.de El Merey dijeron que el rio Caroní comenzó a "cabecear" hoy
y que ello es señal de que ya no hay (las peligro de desbordamiento.
qo obstante sectores oficiales
son e opinión de que al Caroní le falta por crecer otros centímetros.
El Nacional — Caracas: Sábado 20 de Agosto de 1966
Ciudad Bolívar, 19 (Especial). Los setecientos mineros de El Merey, que son los más afectados de toda el área izquierda inundada por la
parte , del Caroní comprendida entre Caruachi y las proximidades de Guri,
plantearon sus problemas al Gobernador del
Estado, Dr. Pedro Battistini Castro,
y prometieron que no habitarán más
los dominios del río, sino que aprovecharán la coyuntura de esta contingencia para reubicar el pueblo en las partes más altas de la zona:
El Gobernador, en visita de inspección que realizó ayer a la zona afectada, oyó los planteamientos de los
mineros y les manifestó que los problemas más urgentes serían solucionados de
inmediato, y que consideraba un acierto la
mudanza del pueblo, para lo cual
ofreció la ayuda oficial, sobre todo 'en la planificación, para evitar la anarquía habitacional, asi como la
insalubridad del medio.
Durante el desbordamiento del Caroní, no ha habido ninguna desgracia
personal, que lamentar. Los ranchos de zinc
ubicadas fuera de los dominios del
río, han favorecido en gran parte la
situación ele los 700 damnificados.
Esos ranchos son los que dejan solos unos 3.000 mineros que emigran a otras partes en tiempos de invierno. Es la
época de estiaje la más favorable para la búsqueda de diamantes.
Efectivos de la Guardia Nacional y
de la Policía Municipal, llevan tres
días trabajando activamente pala
auxiliar a las familias mineras desplazadas por la crecida del río.
En presencia del Gobernador,
Con los pantalones arremangados, el Gobernador Battistini y el Secretario Privado
José Sánchez Negrón, vadearon la zona inunda
da para visitar las viviendas improvisadas
de los mineros y palpar de cerca sus necesidades. Son cerca de 200 las
casas que se encuentran dentro del agua. Algunos mineros, con el agua a 1.5
centímetros de altura, continúan viviendo dentro de ellas, o mejor dicho, no viven, porque su vida es dentro del río, de sol a sol y muchas veces de noche, cirniendo la tierra en busca de una
piedra arremolinada en el centro del
cedazo. A sus pobres viviendas sólo van a descansar cuando el trabajo ha sido improductivo y no tienen
para pasar la noche tomando cerveza al lado de una buscona agitada por la música
de la sinfonola.
Estos mineros que no lloran ni se
lamentan porque el río haya arrimado sus chnvn.. .ntt hnrnhro mineros con muchos años de bre. ga, que más conocen de la selva y del río
que de las ciudades agitadas por el movimiento de las tiendas, el tráfico y
los clubes.
Los hijos de los mineros se alegran
cuando el río sube, y pasean el agua chapuceando y haciendo espumas con
los pies. Nada parece que hubiera pasado en
El Merey para sus centenares de habitantes, todos de ascendencia
humilde, sin embargo, para el visitante de
la ciudad, el panorama es triste 37 desolador. .
En esta zona de la margen izquierda del Caroní, que comienza desde Cal-tia-chi
pasando por Río Claro 11 La Flor, hasta llegar a El Merey,' hay gente que desde
1935, cuando se intensifica la explotación
e9a mantífera, en Guayana, se dedica a esta dura faena. Aquí en esta zona minera descubierta en 1961, hay gente que ha trabajado en busca de diamantes en las minas de Paraitepuy, Icabarú, Urimán, Paviche, San
Pedro de las Bocas, La Paragua, Aza,
El Casa. be, Chiguao, etc. Gentes que han aventurado tras de la
"bulla", que han logrado obtener
una fortuna en diamantes, y que sin embargo siguen pobres como un "Barrabás", incansables,
confiando siempre en una posibilidad mejor,
detrás de una piedra grande.
Esta zona de libre aprovechamiento que le da trabajo a unas 10 mil personas, ha bajado últimamente su
producción, y muchos mineros no han ido más
allá debido a la cercanía de la zona
con esta ciudad, Puerto Ordaz y San Félix,
que les permite el no encarecimiento de los productos alimenticios.
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