Upata, 7.9,67
(Env. A. Fernández).
Los obreros upatenses se han impuesto una tarea titánica, la de romper a
fuerza de barra, martillo y pólvora, las rocas subterráneas que impiden el paso de la red de cloacas.
Más de dos años llevan ellos realizando este esfuerzo. Esfuerzo duro, y oneroso
hasta el punto de haber quebrado a seis contratistas. EI rendimiento normal en
el trabajo de abrir las zanjas para colocar las gruesas tuberías, debe ser de
400 metros semanales, pero en Upata el promedio es notablemente desfigurado.
En las zonas menos obstaculizadas los obreros abren cincuenta metros
de zanjas por semana.
“Esta es la tierra más dura que he conocido en mi vida de obrero” dijo
un hombre fornido de bragas azules cuyo cuerpo
temblaba de pies a cabeza a medida que operaba el martillo que impulsado por
aire comprimido se iba internando hasta abrirla en la roca azul que, está bajo el suelo de Upata.
Observamos que es una tarea donde el martillo
de aire se alterna con la pólvora para hacer saltar los pedazos de roca.
El ingeniero Jesús M. Gaubeca Sarría, quien dirige los trabajos, nos
explica que se ha tenido que sustituir la dinamita por la pólvora en
consideración a la frágil estructura de las casas de Upata.
Esta obra de ponerle cloacas a Upata que se ha propuesto el INOS, se
halla ahora en su tercera etapa. Etapa ésta que cuesta un millón quinientos
mil bolívares y deberá ser entregada al término de catorce meses. "Estará
para fines de año" dice el ingeniero Gaubeca, y a esa altura podrá servir
al 80 por ciento de la población, -
El costo total de la obra, según fuimos informados por otra parte, será
de cuatro millones de bolívares aproximadamente.
Upata, sobre el Escudo Guayanés, con más de 26 mil habitantes tiene más
de 200 años de fundada y durante todo ese tiempo, las aguas negras llegaban al
Yuruary corriendo por las superficies planas y a veces inclinadas de las
calles. En el futuro esto no sucederá, porque a pesar de la inmensa roca sobre
la cual está levantada la ciudad, habrá vías subterráneas para las aguas sucias
que antes y todavía dan un aspecto insalubre y desagradable al olfato y a la
vista del visitante.
—Cuando esto ocurra —dicen. los upatenses recordando a la "Canaima"
de Gallegos-- Upata: será propiamente la ciudad de "aire luminoso y suave
sobre un valle apacible entre dulces
colinas".
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