Un poeta, un pintor y un catedrático de la Universidad de Oriente
opinan
Ciudad Bolívar, 22/07/1967 (Especial, Américo Fernández).
La presencia del pintor Jesús Soto en esta ciudad durante diez días, fue
algo así como un sacudimiento, un "levántate y anda", un despertar
de las personas que aquí pueden aportar sus conocimientos, experiencias y una
labor positiva en el cultivo y proyección de las ciencias, las letras y las
bellas artes; pero que por circunstancias no aclaradas del todo, permanecían
aisladas o como amodorradas en una especie de negligencia. Ahora esa gente se
aglutina y con una gran dosis de entusiasmo se apresta a proyectar ideas y planes
en pro de una cultura regional.
Poetas, escritores, pintores, cineastas, escultores, músicos, ceramistas,
actores de teatro y periodistas se agrupan para llevar adelante la idea de una
Casa de la Cultura que despierte inquietudes e irradie las manifestaciones de
todos sus valores integrantes.
En reuniones, tertulias, convites, los comentarios huelgan sobre si es
Ciudad Bolívar acaso una ciudad mediocremente culta o en decadencia. Muchos se
manifiestan inconformes con la expresión "mediocremente culta";
otros, sin embargo, la aceptan y analizando causas procesa, entre otras, el retroceso
sufrido por la ciudad en 1904 cuando fue cerrada su Universidad para ser
reabierta sesenta años después y la emigración de sus valores artísticos,
científicos y literarios por carencia en la tierra de un ambiente propicio para
sus realizaciones.
El mismo don Natalio Valeri Agostini, personaje de notable ascendencia,
decía el otro día en una entrevista que le hiciera este corresponsal, que
Guayana necesita de una actividad cultural más dinámica y menos
atada al materialismo excesivo. Ponía en evidencia la destrucción progresiva
de los valores morales y espirituales de la región.
Atendiendo a esta preocupación y con la intención de precisar la
verdadera situación cultural de Ciudad Bolívar y recoger impresiones y
recomendaciones necesarias en pro del bienestar cultural, hemos abierto una
encuesta en esta capital guayanesa que comienza hoy con las respuestas a tres
preguntas formuladas a una poeta, un pintor y un catedrático de la Universidad
de Oriente.
MERCEDES QUIROGA
—¿Es cierto que Ciudad Bolívar es una ciudad
mediocremente culta?
La poeta Mercedes Quiroga, catedrática en la especialidad de
entomología de la UDO opina que "en todo caso, Ciudad Bolívar no padece
de mediocridad cultural en un índice superior a cualquier otra región del país
en el momento actual, con la diferencia de que esta tierra tuvo una
trayectoria cultural y que muchos de sus hijos han contribuido al
enriquecimiento de las artes y las ciencias nacionales y universales.
—¿Qué ve usted en eso que mucha gente de aquí llama "bajo nivel
cultural de la ciudad"?'
—Lo que vemos es el resultado de una mala educación que se fue
orientando hacia las cosas más fáciles y por supuesto más comerciales. Un
pueblo al que no se le brinde la oportunidad de encontrarse con los verdaderos
valores espirituales, no se le puede llamar "mediocremente culto".
—¿Qué debemos hacer para lograr una cultura acorde con nuestro medio?
—La tarea de dar cultura a un medio no es tan sencillo ni puede concebirse
en un plan lineal. Sin embargo, en todo lugar existe una cultura autóctona que se debe estudiar y cultivar.
Partiendo de este punto los mismos artistas pueden promover en el pueblo sus propias
inquietudes que poco a poco van despertando en la comunidad la conciencia de
sus valores y su significación en el universo.
EL PINTOR RAFAEL MANZANEDA
Por su parte, el joven pintor guayanés Rafael Manzaneda, cuya actividad
pictórica ha transcurrido plenamente en Caracas, pero que ahora se ha venido a
vivir aquí, observa con sentimiento, según sus propias palabras, que la
sociedad bolivarense que aún teniendo
una tradición cultural, está por debajo del término medio. "El 95 por ciento de
los ha itantes —afirma—vive en la e superficialidad de la ignorancia y no en la
profundidad del conocimiento".
—La
ignorancia de los valores culturales trae como consecuencia lógica, la apatía
hacia los problemas culturales. Las épocas son diferentes. Las manifestaciones
de hoy no son las mismas de ayer. Está demostrado por necesidad de vigencia
que los valores de ayer son caducos y que los de hoy son vigentes; pues bien, la
gente se niega rotundamente a la aceptación de estos nuevos valores por un
motivo de inercia en el cultivo de la mente. Esto se debe a que las
motivaciones que reciben son pobremente sociales y políticas.
Dr. ELIAS
INATTY
El doctor
Elías Inatty, catedrático en la especialidad de Pediatría, en la UDO.
Le
preguntamos "qué debemos hacer para lograr una cultura acorde con
nuestro tiempo?"
El doctor
Elías Inatty —hombre muy preocupado por la cultura local y quien estuvo aquí
todo el tiempo al lado del pintor Soto—, la considera importante y digna de
reflexión.
—En ello
estamos precisamente empeñados, tanto en nuestra Universidad de Oriente en el
cultivo de las Ciencias con enfoque humanístico y a través de su Delegación
de Extensión Cultural, como fuera de la propia Universidad en este movimiento
pro Casa de la Cultura. En esta Casa se estimulará, orientará, canalizará
inquietudes, asesorará a mucha gente que ya se nos ha acercado y que viene
trabajando en silencio.
Sin embargo,
agrega el doctor Inatty para finalizar, la misión de lograr una cultura acorde
con nuestro tiempo no debe ser solamente del grupo empeñado en la Casa de la.
Cultura y de quienes laboramos en la Universidad, sino de todos los guayaneses
donde quiera que se encuentren ubicados. Es del esfuerzo de todos, del aporte
que se les solicite, del trabajo mancomunado como hemos de lograr ese objetivo
deseable por nosotros.
La conducta
se traduce en una actitud de pedimento de prestigio social y político aún sin
poseer la suficiente cultura político-social. La cultura de los conocimientos
necesarios para las positivas realizaciones humanas. De aquí la importancia de
una cultura que sobrepase los conocimientos comunes de la gente. Otro motivo
principalísimo es que los Gobernadores se ocupan de la cultura de una manera muy
canalla como para salvar las apariencias de una disfrazada actividad cultural.
Se han olvidado de que para comprenderlo, el pueblo debe tener una suficiente
cultura para un positivo discernimiento político.
-Para subsanar
la situación caótica que se nos presenta en el aspecto cultural de nuestra ciudad,
debemos dar los suficientes estímulos para que se despliegue una posible
motivación cultural. Direccionalmente desarrollar hacia el pueblo una actividad
y una dinámica cultural, dar a conocer a Ciudad Bolívar las más modernas
manifestaciones, literatura, artes plásticas y música y luego de conocerlas,
presentarle el problema de la reflexión de esas manifestaciones. Para lograr
esto existen imperiosas necesidades, una Casa de la Cultura que sea el centro
de las actividades, un taller libre de artes plásticas, no académico por los
momentos y darle una mejor organización técnica a la Escuela de Música. Después
de esto, traer de Caracas buenos profesores con suficiente autoridad y conocimientos
en artes plásticas, música y teatro. Subsanando tales problemas podremos
convertir a Ciudad Bolívar en la capital de la cultura guayanesa.