E! Nacional — Caracas: Jueves 6 de Julio de 1967
Frente al cerro Tucucimba, en la orilla norte del rio
Orinoco sobre el borde de Anzoátegui, vive un pueblo silencioso y humilde que
trabaja la pesca a la luz del sol y que cultiva la tierra. Tal es
Mapire, cuyo nombre probablemente lo deba al hecho geográfico de estar situado
en uno de los bolsos más pronunciados del Orinoco.
Mapire, junto con Soledad, forman los dos puertos fluviales principales
de Anzoátegui. Es uno de los ocho Municipios del Distrito Monagas, con una altura
de 50 metros sobre el nivel del mar, donde la temperatura en tiempo de estío
irrita la piel y donde en tiempo de invierno la precipitación pluvial registra
un promedio de 1.300 mm.
En Mapire no hay mucha gente, apenas unas 1.500 almas que en los últimos
30 años no han podido multiplicarse y que le estarán dando vida y calor al
lugar mientras los grandes aluviones que el Orinoco va dejando en sus
periódicos descensos favorezcan la producción de algodón y el cultivo rudimentario
del frijol, la patilla la caraota y la yuca. Es el algodón el principal
producto agrícola de este pueblo. Precisamente, el año pasado produjo más de
dos millones de kilogramos. La ganadería es ínfima como su población. De las
cuatrocientas mil cabezas de ganado que tiene todo Anzoátegui, Mapire
contribuye con una cuota de 5.000 vacunos. Mapire continúa
conservando su condición de capital del Distrito Monagas a pesar de los
reclamos de San Diego de Cabrutica, cuyos habitantes alegan ser poblaciona y
económicamente más importantes. El
Municipio San Diego de Cabrutica tiene Cinco mil habitantes y una población
ganadera de 33 mil cabezas.
Mapire, como todos los pueblos, ha buscado en el almanaque un día para
hacerse sentir, tal es el 29 de junio, día consagrado por el santoral a
San Pedro Apóstol. Por eso nos hemos ocupado de Mapire, porque el 29 de junio fue
el día de su patrono y hubo jolgorio y vino el Obispo de Barcelona y otras
autoridades superiores. Vinieron todos sus hijos, todos los mapireños que un
día cualquiera abandonaron el terruño y se fueron por diversos caminos en
busca de nuevos rumbos. El 29 también fue día del reencuentro. La mayor, caravana
partió desde Caracas.
El Presidente del Comité de Fiesta de este lejano pueblito del Orinoco,
es Luis Vicente Pinto y lo forman además, Humberto Campos, Ramón Silva, Domingo
Zacarías, Eduardo Velasco López, Alfonso Pumar, Omar Núñez y Gladys Pumar.
Ellos nos han comunicado sobre algunas necesidades del Municipio que lamentablemente
no pudieron satisfacer para estos días a pesar de constantes solicitudes.
Bueno hubiese sido que para el día en que retornaron todos los mapireños
a su pueblo lo hubieran hecho sin el polvo que, a lo largo de 150
kilómetros los carros levantan de Pariaguan a Mapire; también hubiese sido una
gracia la reconstrucción del puente Guatire que el año pasado se lo llevó la
creciente, El puente Guatire comunica con los Municipios Uverito y San Diego y
en tiempo de invierno hay que aguardar que baje el río para que los carros
normalicen el tráfico vadeando el río. Otros males existen en Mapire y vale señalar
que el acueducto construido per el
Gobierno sirve el agua directamente del Orinoco, sin el debido tratamiento.
Realmente este es un pueblo humilde, pero de una gran fortaleza,
espiritual que se traduce en arbitrar fórmulas para el bienestar común. Para-
ello cuenta con sus guías que son el Párroco de la Iglesia, el Médico, el
Prefecto y el Presidente Municipal, además de los maestros.
La comunidad está empeñada en una Escuela de Comercio, una Escuela
Granja y una Biblioteca. La iniciativa ha partido del Padre Carlos Vallejos,
un español de Zaragoza, que ha adelantado bastante este proyecto.
La salud del pueblo, aparentemente es buena. De ella suele cuidar
generalmente el Dr. Pastor Martín Pérez exiliado cubano cuya bondad
exteriorizan en comentarios los habitantes de lugar.
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