No la convence la poesía hermética ni el arte demasiado abstracto, tampoco las minifaldas ni las novelas de Corín Tellado.
Ciudad Bolívar, 15/07)1967 (Especial Américo Fernández).
Ciertamente que una muchacha que piensa así, debe ser una muchacha
sería que nada tiene que ver con la moda ye-yé, con el pavismo ni con los
rubios melenudos, y eso nos dio a entender que es Luz del Valle Larré González,
ayer tarde durante una visita que en compañía de otras alumnas y del Profesor
Fuenmayor hiciera a esta corresponsalía."Un poder divino para acabar con la miseria en el mundo", nos decía
sin intención publicitaria sino más bien como reflexionando ante un
comentario. Y para Luz del Valle, la miseria no es solamente el hambre que
acosa a los pueblos de bajos recursos y sobrepoblados, sino también "la
intranquilidad y la angustia de la guerra fría y caliente", el
colonialismo y el desdén con que tratan a los pueblos pequeños las naciones
poderosas: "Yo con un poder divino acabaría de una vez con todo
eso", proclama la estudiante del Dalla Costa con los ojos iluminados.
Casi me caigo para atrás cuando pensaba preguntarle cosas cursis de esas que se acostumbran con
las Reinas de todos los días. Y si es así, esta guasipatense, de 17 años, es
una Reina distinta. Lástima que sólo sea Reina por una "Semana". la
"Semana Dalla Costa", ínstituida para ser Celebrada anualmente con
motivo de la instalación —hace 16 años—del Instituto de Comercio Dalla Costa,
donde los estudiantes se convierten en Técnicos Mercantiles después de
una dura jornada de cinco años.
Luz del Valle, apenas estudia el segundo año y es la mejor de su curso,
la simpatía de que goza. entre 600 alumnos que estudian en el Dalla Costa, la
hicieron merecedora del cetro para comandar la Semana del 22 al 27. "Será
una semana -ideal con toda clase de actos", afirma la Reina.
Confiesa con orgullo que es la cuarta de 14 hijos —10 hembras y 4
varones— que tienen los esposos Larré González. Escaso tiempo hace que
cambiaron a Guasipati por Ciudad Bolívar para que la numerosa prole pudiese
estudiar en un campo más abierto a las distintas vocaciones. Si todos los de
la prole son como Luz del Valle, es indudable que los esposos Larré González
estarán muy orgullosos.
Refiere la Reina sin que se lo preguntemos, que nació casualmente a
plena luz del día y bajo el signo astrológico que favorecieron a Bernard Shaw, Ricardo Straus, Walt Whitman, Dante, Balzae y John
Kennedy que por su modestia le es imposible pensar siquiera que- llegará a
aproximarse a esos personajes, pero que los admira y estudia con
dedicación. Por ahora, la Reina del Dalla Costa no quiere nada con el amor
porque según ella: "Hay tantas penas en el amor como conchas en la
playa". No la convence la poesía cerrada y hermética, ni el "arte demasiado
abstracto", tampoco las mini-faldas ni las novelas de Corin Tellado.
Prefiere la gimnasia, los viajes largos, las novelas profundamente humanas y sociales...
Y para despedirse quiere y así lo solicita a nombre del profesorado y
estudiantado, que el MOP regale, al Instituto, en el día de su cumpleaños, la construcción
de un Auditorio, pues si bien lo que se estudia allí es "algo árido",
no por ello el estudiantado dallacosteño está alejado de la realidad cultural y
de las manifestaciones estéticas.
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