viernes, 16 de octubre de 2015

Ciudad Bolívar Necesita Estímulos Para Salvar su Caótica Situación de Cultura


Un poeta, un pintor y un catedrático de la Universidad de Oriente opinan

Ciudad Bolívar, 22/07/1967 (Especial, Américo Fernández).
La presencia del pintor Jesús Soto en esta ciudad durante diez días, fue algo así como un sacu­dimiento, un "levántate y anda", un despertar de las personas que aquí pueden aportar sus cono­cimientos, experiencias y una la­bor positiva en el cultivo y pro­yección de las ciencias, las letras y las bellas artes; pero que por circunstancias no aclaradas del todo, permanecían aisladas o co­mo amodorradas en una especie de negligencia. Ahora esa gente se aglutina y con una gran dosis de entusiasmo se apresta a pro­yectar ideas y planes en pro de una cultura regional.
Poetas, escritores, pintores, ci­neastas, escultores, músicos, ce­ramistas, actores de teatro y pe­riodistas se agrupan para llevar adelante la idea de una Casa de la Cultura que despierte inquie­tudes e irradie las manifestaciones de todos sus valores integran­tes.
En reuniones, tertulias, convites, los comentarios huelgan sobre si es Ciudad Bolívar acaso una ciudad mediocremente culta o en decadencia. Muchos se ma­nifiestan inconformes con la ex­presión "mediocremente culta"; otros, sin embargo, la aceptan y analizando causas procesa, en­tre otras, el retroceso sufrido por la ciudad en 1904 cuando fue cerrada su Universidad para ser reabierta sesenta años después y la emigración de sus valores artísticos, científicos y literarios por carencia en la tierra de un ambiente propicio para sus rea­lizaciones.
El mismo don Natalio Valeri Agostini, personaje de notable ascendencia, decía el otro día en una entrevista que le hiciera este corresponsal, que Guayana necesita de una actividad cultu­ral más dinámica y menos atada al materialismo excesivo. Ponía en evidencia la destrucción pro­gresiva de los valores morales y espirituales de la región.
Atendiendo a esta preocupa­ción y con la intención de preci­sar la verdadera situación cul­tural de Ciudad Bolívar y reco­ger impresiones y recomendacio­nes necesarias en pro del bienestar cultural, he­mos abierto una encuesta en esta capital guayanesa que comienza hoy con las respuestas a tres preguntas formuladas a una poe­ta, un pintor y un catedrático de la Universidad de Oriente.

MERCEDES QUIROGA
—¿Es cierto que Ciudad Bolí­var es una ciudad mediocremente culta?
La poeta Mercedes Quiroga, ca­tedrática en la especialidad de entomología de la UDO opina que "en todo caso, Ciudad Bolí­var no padece de mediocridad cultural en un índice superior a cualquier otra región del país en el momento actual, con la dife­rencia de que esta tierra tuvo una trayectoria cultural y que muchos de sus hijos han con­tribuido al enriquecimiento de las artes y las ciencias naciona­les y universales.
—¿Qué ve usted en eso que mucha gente de aquí llama "bajo nivel cultural de la ciudad"?'
—Lo que vemos es el resultado de una mala educación que se fue orientando hacia las cosas más fáciles y por supuesto más comerciales. Un pueblo al que no se le brinde la oportunidad de encontrarse con los verdade­ros valores espirituales, no se le puede llamar "mediocremente culto".
—¿Qué debemos hacer para lograr una cultura acorde con nuestro medio?
—La tarea de dar cultura a un medio no es tan sencillo ni puede concebirse en un plan lineal. Sin embargo, en todo lugar existe una cultura  autóctona que se debe estudiar y cultivar. Par­tiendo de este punto los mismos artistas pueden promover en el pueblo sus propias inquietudes que poco a poco van despertando en la comunidad la conciencia de sus valores y su significación en el universo.

EL PINTOR RAFAEL MANZANEDA
Por su parte, el joven pintor guayanés Rafael Manzaneda, cuya actividad pictórica ha transcurrido plenamente en Caracas, pero que ahora se ha venido a vivir aquí, observa con sentimiento, según sus propias palabras, que la sociedad bolivarense   que aún teniendo una tradición cultural, está por debajo  del término medio. "El 95 por cien­to de los ha itantes —afirma—vive en la e superficialidad de la ignorancia y no en la profun­didad del conocimiento".
—La ignorancia de los valores culturales trae como consecuencia lógica, la apatía hacia los pro­blemas culturales. Las épocas son diferentes. Las manifestaciones de hoy no son las mismas de ayer. Está demostrado por nece­sidad de vigencia que los valores de ayer son caducos y que los de hoy son vigentes; pues bien, la gente se niega rotundamente a la aceptación de estos nuevos valores por un motivo de inercia en el cultivo de la mente. Esto se debe a que las motivaciones que reciben son pobremente so­ciales y políticas.

Dr. ELIAS INATTY
El doctor Elías Inatty, catedrático en la especialidad de Pediatría, en la UDO.
Le preguntamos "qué debemos ha­cer para lograr una cultura acor­de con nuestro tiempo?"
El doc­tor Elías Inatty —hombre muy preocupado por la cultura local y quien estuvo aquí todo el tiem­po al lado del pintor Soto—, la considera importante y digna de reflexión.
—En ello estamos precisamente empeñados, tanto en nuestra Universidad de Oriente en el cul­tivo de las Ciencias con enfoque humanístico y a través de su De­legación de Extensión Cultural, como fuera de la propia Univer­sidad en este movimiento pro Casa de la Cultura. En esta Ca­sa se estimulará, orientará, ca­nalizará inquietudes, asesorará a mucha gente que ya se nos ha acercado y que viene trabajando en silencio.
Sin embargo, agrega el doctor Inatty para finalizar, la misión de lograr una cultura acorde con nuestro tiempo no debe ser solamente del grupo empeñado en la Casa de la. Cultura y de quie­nes laboramos en la Universidad, sino de todos los guayaneses don­de quiera que se encuentren ubi­cados. Es del esfuerzo de todos, del aporte que se les solicite, del trabajo mancomunado como he­mos de lograr ese objetivo deseable por nosotros.
La conducta se traduce en una ac­titud de pedimento de prestigio social y político aún sin poseer la suficiente cultura político-so­cial. La cultura de los conoci­mientos necesarios para las posi­tivas realizaciones humanas. De aquí la importancia de una cul­tura que sobrepase los conoci­mientos comunes de la gente. Otro motivo principalísimo es que los Gobernadores se ocupan de la cultura de una manera muy canalla como para salvar las apariencias de una disfrazada actividad cultural. Se han olvi­dado de que para comprenderlo, el pueblo debe tener una sufi­ciente cultura para un positivo discernimiento político.
-Para subsanar la situación caótica que se nos presenta en el aspecto cultural de nuestra ciudad, debemos dar los suficien­tes estímulos para que se des­pliegue una posible motivación cultural. Direccionalmente desa­rrollar hacia el pueblo una ac­tividad y una dinámica cultural, dar a conocer a Ciudad Bolívar las más modernas manifestacio­nes, literatura, artes plásticas y música y luego de conocerlas, presentarle el problema de la re­flexión de esas manifestaciones. Para lograr esto existen impe­riosas necesidades, una Casa de la Cultura que sea el centro de las actividades, un taller libre de artes plásticas, no académico por los momentos y darle una mejor organización técnica a la Escuela de Música. Después de esto, traer de Caracas buenos profesores con suficiente autoridad y conoci­mientos en artes plásticas, mú­sica y teatro. Subsanando tales problemas podremos convertir a Ciudad Bolívar en la capital de la cultura guayanesa.

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